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En Costa Rica se siguen incumpliendo derechos laborales de nicaragüenses

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por Sofia Trevino Última modificación 24/07/2015 10:24
A través de la investigación, la academia costarricense sigue demostrando cómo la heterogeneización del trabajo iniciada por cambios económicos desde los años 80, ha dejado en desventaja a la masa laboral nicaragüense, un colectivo que aún sufriendo vejámenes sigue considerando atractivas las opciones de empleo en Costa Rica.

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Esos cambios hoy se reflejan en una disparidad en la que por un lado están ingenieros de Intel, la empresa símbolo del desarrollo del país, ganando salarios promedios mensuales de 1,500 dólares; y en el lugar opuesto quienes se desempeñan como obreros de construcción, peones agrícolas y servidoras domésticas.

Este último grupo lo integran casi en su totalidad inmigrantes nicaragüenses, quienes en múltiples ocasiones ni siquiera ganan salarios mínimos impuestos oficialmente, porque la abundancia de mano de obra le permite a un patrono prescindir de los servicios de un trabajador teniendo la certeza que en fila hay decenas, cientos o miles más que fácilmente llenarán la vacante.

Esta sobre oferta, según el Investigador del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la universidad de Costa Rica, José Esquivel Román; hace que a miles les incumplan normativas de ley, entiéndase derechos como salario mínimo, jornadas de 8 horas, pagos de aguinaldo, seguro social, vacaciones y cesantía.

En su estudio “Condiciones laborales y Mecanismos de regulación del trabajo: El caso de la Población Nicaragüense en Costa Rica”, dice que el 77% de trabajadores privados en Costa Rica tiene contratos de trabajo parciales y el 22% no recibe el salario mínimo.

Por áreas, en el agro el 55% no recibe el pago mínimo de ley, el 31% de los trabajadores de construcción padecen el mismo mal y en el servicio doméstico la situación la viven el 73% de las mujeres.

En Costa Rica 35 mil nicaragüenses o más trabajan en fincas, más de 120 mil en la construcción y unas 90 mil mujeres como servidoras domésticas; según cifras oficiales, las cuales siempre son dispares.

En la Caja Costarricense de Seguro Social, para junio del 2014, en sus bases de datos estaban registrados 183,570 trabajadores extranjeros, de ellos 29,560 se desempeñan en el área de la agricultura, 28 mil 914 en la construcción y 12, 689 en el servicio doméstico.

Significa que al resto no se le cumple el aseguramiento de salud como derecho que tiene.

Esquivel explicó cómo existe en Costa Rica una estructura que pone en desventaja a los trabajadores nicaragüenses. El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social no tiene capacidad humana para hacer inspecciones laborales.

Cuando los inspectores comprueban irregularidades, el Ministerio no puede sancionarlos incluso si son reincidentes. A lo sumo el patrón encontrado infraganti solo se pone al día con sus obligaciones en algunos casos.

A modo general los nicaragüenses tienen dificultades para acceder a la justicia en estos casos. Aunque la ley obliga a las autoridades a recabar denuncias aún sin documentos, éstas no la hacen si no hay identificación oficial.

Los nicaragüenses padecen además por desconocimiento a sus derechos, pocos recursos económicos, temor a ser deportados cuando está en condición migratoria irregular y malos tratos, según el sociólogo.
Cuando alguien denuncia, tiene 1/5 de probabilidad para ganar un juicio laboral, según Esquivel.

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Source: Josué Bravo

Story Type: News

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